Abril Sandoval: “Vamos a insistir que las feministas estén al centro de los proyectos colectivos”.

La nueva encargada del Frente Feminista del Frente Amplio en Valparaíso, Abril Sandoval, plantea una hoja de ruta territorial, articulada y con identidad política clara frente a los desafíos conservadores del presente ciclo.

Pregunta: Asumes la coordinación del Frente Feminista del Frente Amplio en una región con una larga historia de organización y activismo social. ¿Cuáles crees que son los principales desafíos que enfrentará tu gestión y cómo esperas abordarlos desde el territorio?

Respuesta: En este periodo se nos presentan distintos desafíos, y en el rol que me toca significa seguir fortaleciendo la orgánica interna de nuestro partido, pero también apoyar a la directiva regional en los desafíos relacionados con el contexto del país y la región. En este sentido, el avance de los discursos de la ultra derecha es sin duda un gran desafío para todos los espacios que defienden los feminismos, ya que esto genera que discursos de odio y el antifeminismo se normalice, tanto en espacios digitales como por ejemplo entre jóvenes.

En este sentido es importante que desde el Frente Feminista podamos apelar a un feminismo de sentido común, porque finalmente la equidad es y debe ser de sentido común. Cuando ponemos sobre la mesa asuntos como los cuidados, corresponsabilidad en la crianza, autonomía corporal, violencia digital, estamos hablando de problemáticas del día a día que son impuestas por un sistema patriarcal y capitalista y es justamente lo que queremos problematizar y trabajar.

Por eso, construir feminismo desde los territorios es clave. En una región con larga historia de organización social, nuestro rol es fortalecer lo que ya existe, reconocer y apoyar el trabajo que muchas compañeras ya realizan en organizaciones sociales o espacios comunitarios. Queremos que el Frente Feminista sea una red de colaboración activa y articulada.

P: ¿Qué ejes temáticos o líneas estratégicas tendrá tu mandato? ¿Qué rol jugarán temas como los cuidados, la violencia de género o la participación política de las mujeres y disidencias en la agenda regional del frente?

R: Con mi compañera María José Cariaga (electa Encargada Orgánica), nos comprometimos a trabajar en cuatro líneas de acción. La primera, y la que más relevamos, es el despliegue territorial y comunitario. Como mencionaba anteriormente, esto es un elemento fundamental para el desarrollo de los feminismos y nosotras buscamos que sea un eje principal de trabajo del Frente Feminista.  Otra línea es la formación política y la producción de contenidos, con un enfoque en un feminismo situado y de izquierda, para seguir nutriéndonos como militantes, generando espacios de discusión y reflexión colectiva, con un enfoque a nuestras luchas y demandas, como son justamente el reconocimiento de los cuidados y el sistema nacional de cuidados, el aborto. los derechos reproductivos y la violencia de género en sus diversas formas, entre otras. En tercer lugar, la generación de campañas comunicacionales, que son sumamente importantes para poder combatir las fake news y los discursos de odio. Y, por último, las comunidades como centro de todo nuestro trabajo colectivo.

P: ¿Cómo se proyecta el Frente Feminista en su vínculo con los movimientos feministas de base, los espacios universitarios y las organizaciones territoriales de mujeres y disidencias? ¿Habrá una apertura hacia procesos de confluencia o articulación más amplia?

El Frente Feminista del Frente Amplio tiene el mandato de trabajar siempre en articulación con otras organizaciones feministas porque es importante tener muy claro que los feminismos trascienden los partidos, las organizaciones y colectivos, es un movimiento diverso, interseccional y transnacional. En este sentido la articulación colectiva es primordial, y sumamente necesaria frente al avance de discursos fascistas y de ultra derecha, que cuestionan y quieren hacernos retroceder en nuestros derechos conquistados.

También es importante recordar que nuestro partido se construyó desde movimientos sociales y estudiantiles, de ahí venimos. Así, a lo largo de estos años hemos sido un proyecto político que ha sabido cautivar a gente de diferentes realidades, teniendo así una militancia diversa, con diversos orígenes políticos, pero objetivos comunes. Por lo mismo, como frente feminista tenemos claro que nuestra vinculación con las organizaciones territoriales tiene que proyectarse como una articulación amplia y un trabajo constante.

P: La definición de las listas parlamentarias del oficialismo ha estado cruzada por tensiones en torno a la paridad de género y la subrepresentación de liderazgos feministas. ¿Cuál es tu posición frente a este debate? ¿Crees que se está cumpliendo el estándar paritario en la distribución de cupos?

R: Creemos que la paridad no puede entenderse solo como un estándar legal o una meta numérica. Debe ser una definición política profunda, que se exprese en las prioridades del proyecto y se traduzca en prácticas concretas dentro de nuestro partido y en toda la coalición progresista.

Nos preocupa que, en procesos recientes, los liderazgos feministas hayan quedado fuera o hayan sido postergados. Lo vimos en la última elección municipal a nivel nacional, donde se perdió representación efectiva de mujeres en cargos de elección popular. La representación no se trata solo de cuántas mujeres están, sino de quiénes están, desde dónde piensan la política, qué agendas impulsan y a qué sectores representan.

En ese sentido, consideramos que la paridad debe ser un piso mínimo, no un techo. Más allá de cómo se configure finalmente una lista parlamentaria, nos parece fundamental que el enfoque paritario sea parte de una práctica política cotidiana, no solo de una negociación electoral. Esto implica también impulsar la formación de cuadros feministas y el fortalecimiento de liderazgos con perspectiva de género en todos los niveles del proyecto político. Nosotras vamos a insistir en que las compañeras feministas estén al centro de los proyectos colectivos. Que sus voces no se releguen ni se instrumentalicen, sino que sean reconocidas como actoras políticas clave en la construcción de un Frente Amplio con identidad feminista.

P: Desde tu mirada, ¿cómo debería el Frente Amplio fortalecer su identidad feminista en un ciclo político que parece cada vez más tensionado entre retrocesos conservadores y demandas de cambio profundo?

R: Hay que tener claro que los feminismos son y han sido siempre revolucionarios, buscan cambiar el orden establecido, porque por siglos hemos vivido bajo sistemas con lógicas patriarcales y capitalistas, y en nuestro territorio latinoamericano, por su historia, se suman además lógicas colonialistas. Por lo mismo, el FA tiene el desafío de seguir poniendo al centro de su trabajo los feminismos, esto se genera fortaleciendo la formación política feminista, dando mayor visibilidad al trabajo feminista del partido y de nuestras compañeras y compañeres de base y, sobre todo, no abandonando las luchas que estamos dando desde diversos espacios, tanto desde el gobierno como desde los movimientos sociales, para avanzar en derechos.

Los avances que ha logrado el feminismo a través de los años han sido a través de luchas, a través de la disputa de los espacios públicos, físicos y simbólico. Hace algunos años vivimos un gran avance en cuanto a derechos y en cuanto a la visibilización de discursos feministas, con procesos como el mayo feminista y la revuelta de 2019, y en este sentido la sensación de retroceso post pandemia en diversos ámbitos es fuerte, pero no es nueva. Las feministas tenemos claro que hoy por hoy ningún derecho está asegurado, y que nuestra lucha es constante, y tenemos claro el horizonte, una vida más justa, una vida más digna y más libre. Aunque la derecha quiera apoderarse de nuestros cuerpos, de nuestras vidas y hacernos retroceder, nosotras resistimos, defendemos los avances conquistados, y seguimos firmes y con la convicción intacta.


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