La Cormuval expuso ante la Comisión de Finanzas un ajuste significativo en sus cuentas gracias al aumento de ingresos y la reestructuración presupuestaria, pero el pasivo acumulado aún supera los $9 mil millones y tensiona áreas críticas como salud y educación.

La administración municipal de Valparaíso informó avances en el ordenamiento financiero de la Corporación Municipal, destacando una reducción del déficit y la estabilización de cuentas internas. Sin embargo, concejales advierten que la deuda estructural heredada continúa afectando la operatividad de los servicios esenciales, por lo que hay que sostener el modelo aplicado actualmente.

En el marco del debate del presupuesto 2026, la Corporación Municipal de Valparaíso presentó un informe detallado sobre su situación económica. Según datos expuestos ante la Comisión de Finanzas, el organismo logró reducir su déficit operativo gracias a un crecimiento del 9,9% en los ingresos municipales entre enero y septiembre, junto con un proceso de reorganización interna.

Pese a estos avances, la deuda histórica que arrastra la Cormuval, supera los $9.000 millones, lo que mantiene a la corporación en situación delicada. Áreas como salud primaria, establecimientos educacionales y programas de apoyo continúan con carga financiera elevada por pagos pendientes, compromisos arrastrados y déficit estructural acumulado durante gestiones anteriores.

El concejal Lukas Cáceres valoró el esfuerzo por sanear las cuentas, señalando que “existe un trabajo serio para ordenar pagos y disminuir la deuda heredada”. Por su parte, el concejal RN Leonardo Contreras advirtió que, aunque hay progresos, “las cifras siguen siendo preocupantes y requieren estricta responsabilidad fiscal del municipio”.

Entre los desafíos centrales para 2026 se encuentra mejorar la ejecución de obras, optimizar compras, robustecer la recaudación y evitar nuevos compromisos sin financiamiento asegurado.

La Secretaría de Planificación Comunal (Secpla) agregó que la estabilidad lograda este año permitirá avanzar en proyectos para infraestructura escolar y mejoras en centros de salud, aunque su implementación dependerá de mantener el control del gasto.

La corporación espera cerrar 2025 con un presupuesto más equilibrado, pero con la advertencia de que la deuda histórica seguirá siendo un lastre que no se resolverá en el corto plazo.